La eficiencia energética es para nosotros la base para una buena casa. Actualmente hay alternativas que permiten construir viviendas que consumen muy poca energía. No requieren una inversión mayor que una vivienda tradicional ni más mantenimiento. Nuestra apuesta va enfocada a utilizar estrategias que reduzcan la necesidad de energía en las edificaciones. Se trata de usar mejor los recursos que tenemos más que de tener la misma demanda energética y cubrirla con energías renovables.
El peso del sistema es menor que el de una construcción tradicional, con lo que las dimensiones de la cimentación son más pequeñas. Esto se traduce en que el precio de la cimentación es mucho menor y su ejecución mucho más rápida y limpia. Esto es un beneficio también cuando se quiere hacer una casa en una parcela arbolada ya que el menor tamaño de la cimentación permite que sea sencillo proteger las raíces y así los árboles.
Se fábrica a partir de tablas de madera que se laminan con un proceso de encolado a partir de maderas con sello PEFC. La madera se despieza en fabrica en paneles de gran formato que se montan en obra en un periodo que rara vez supera una semana para una vivienda unifamiliar. Se puede elegir entre tres calidades de acabado si se quiere que la madera quede vista al interior. De esta manera se evita la partida de trasdosado. AQUÍ puedes ver un montaje.
Se trata de un sistema estructural a partir de maderas de menor escuadría que se unifican mediante los tableros exteriores. El menor uso de madera y su estandarización nos permite reducir esta partida de presupuesto en proyectos sencillos.
Son el punto débil de las fachadas pero los avances en los marcos y los tratamientos de los vidrios permiten que tengan unos valores de transmisión térmica muy buenos y con ello que la pérdida de energía que se produce por ellas sea mucho menor de lo que era hace unos años convirtiéndolas en focos de ganancia de calor en las zonas frías, minimizando la necesidad de calefacción.
Las técnicas de aislamiento por el exterior SATE permiten que toda la fachada este aislada de manera continua, evitan los puentes térmicos y con ello las pérdidas de calor y la posibilidad de que existan condensaciones en el interior. Apostamos por grandes grosores de aislamiento para trabajar con pérdidas de calor muy bajas y con ello minimizar las necesidades de calefacción y refrigeración de las viviendas. El aislamiento SATE se termina con morteros acrílicos que tienen un óptimo acabado con un mínimo espesor y peso.
Es tan importante protegerse del calor como del frío, especialmente en puntos mas cálidos de la geografía y más aún cuando hemos intentado maximizar la ganancia térmica por las ventanas. La sombra sobre los vidrios impedirá el efecto invernadero dentro de la casa y no permitirá que suba la temperatura en verano. Dentro de estas protecciones estarían las mallorquinas, persianas, toldos, los estores exteriores o las venecianas. Cada uno tiene unas aplicaciones optimas según la orientación y el uso del espacio que protegen.
Apostamos por los gestores de ACS , La idea de estas máquinas es recuperar el calor del agua cuando ya se ha usado. Recoge el agua gris que de cualquier uso, por ejemplo agua de una ducha, recupera la energía para calentar el agua limpia y usa el agua recuperada para llenar las cisternas.
Al igual que en el caso del agua se trata de recuperar los recursos y no malgastarlos, Un intercambiador de calor permite una ventilación continua de la vivienda haciendo el ambiente saludable a la vez que se recupera el calor del aire viciado pasándoselo al aire limpio.
El control automático de las protectores solares y los cerramientos permite aprovechar al máximo las ganancias solares en los meses fríos y limitar las pérdidas de energía por las noches así como evitar el sobrecalentamiento en verano.
