Vivienda unifamiliar de 135 metros cuadrados construidos (30 de terraza) en una parcela de 672 metros cuadrados en la cual se ha conservado un muro de piedra existente como eje vertebrador del futuro jardín. La casa ha sido proyectada para tener un contacto directo con el exterior. Se ha buscado que la zona común se sienta como un espacio intermedio (interior/exterior) con ventanales y un gran lucernario orientado a sur.
La distribución es sencilla, un gran espacio común, salón·comedor·cocina abierto a las vistas desde el que se accede direcamente al jardin por una terraza exterior. Una habitación principal con aseo y un segundo espacio que puede funcionar unido al salón, de manera independiente o como habitación con una cama abatible y un baño que hace las veces de lavandería con lavadora y secadora.
La casa ha sido construida con criterios de alta eficiencia energética, primando la calidad de los materiales, el aislamiento y el confort. La estructura es de madera contra laminada (CLT) aislada por el exterior (20 cm de neopor). Para la cubierta se ha optado por el sistema borjatherm de tejas Borja. En el interior, los paneles de la estructura quedan vistos en paredes, suelo y techos. El resto de las divisiones se ha realizado con placa de yeso acabados con pintura. La vivienda cuenta con un sistema de ventilación con recuperación de calor Siber. El aporte de calor/frio se realiza con una bomba de calor de alta eficiencia y las ventanas del lucernario son de la marca Velux, de su serie mas eficiente, dos de ellas son motorizadas para generar un tiro térmico en verano y cuentan con toldos de sombreamiento individuales actuados por mando.
En el exterior se ha buscado que la casa se integre en el vecindario. Es una vivienda a dos aguas tradicional con paredes blancas y tejas rojas, mientras que en el interior revela su singularidad.
Fotografias: Luis Asín.
